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Pogacar brilla en Rouen y alcanza su victoria número 100 en el Tour

La primera mitad del Tour de Francia 2025 ha sido una mezcla de etapas favorables tanto para velocistas como para clasicómanos, dos perfiles que en algunos corredores se combinan, pero que no siempre coinciden.

En los primeros cuatro días, justo antes de la contrarreloj, la alternancia de perfiles ganadores ha sido clara: el sábado se impuso Jasper Philipsen en un esprint masivo; el domingo, Mathieu van der Poel venció a Tadej Pogacar en una jornada con sabor a clásicas de primavera; el lunes, Tim Merlier se llevó otra llegada al esprint; y este martes, Pogacar volvió a demostrar su versatilidad conquistando una etapa que exigía tanto potencia como resistencia. Con este triunfo, el esloveno alcanzó la impresionante cifra de 100 victorias como profesional.

 

Una etapa ideal para puncheurs

El perfil de la cuarta etapa guardaba muchas similitudes con el de la segunda, lo que colocó a Van der Poel como uno de los favoritos, a pesar del mal ambiente en su equipo tras el abandono de Philipsen por caída. A esto se sumaron las sanciones impuestas a Laurenz Rex y Bryan Coquard, considerados responsables del accidente. En paralelo, el nombre de Pogacar también resonaba con fuerza entre el pelotón, especialmente por la expectativa de que alcanzara su centésimo triunfo, una cifra que se repetía como un mantra en la jornada: cien, cien, cien…

La llegada en Ruán, muy parecida a la de Boulogne-sur-Mer, era perfecta para corredores explosivos, conocidos en el argot ciclista como puncheurs o finishers. Se trata de ciclistas que se desenvuelven especialmente bien en subidas cortas y empinadas. Van der Poel encajaba perfectamente en esta definición, mientras que otros como Julian Alaphilippe, que años atrás habría sido candidato, no pudieron competir al mismo nivel, además de verse perjudicado por un pinchazo antes del tramo decisivo de cotas.

 

Estrategias de equipo y lucha por el liderato

A diferencia de las clásicas, en el Tour de Francia hay objetivos de largo plazo, y el maillot amarillo es el más importante de todos. Esto condicionó la estrategia de carrera: el UAE Team Emirates tomó el control en los momentos clave, con el equipo Visma siempre al acecho. En la última cota de Saint Hilaire, Pogacar lanzó un ataque que solo pudo seguir Jonas Vingegaard, aunque el esfuerzo del danés fue tan grande que no colaboró luego en los relevos, impidiendo que ambos abrieran una brecha significativa. Aun así, esta acción dejó entrever el inicio de un nuevo capítulo en la rivalidad entre Pogacar y Vingegaard, que promete más duelos directos en lo que queda del Tour.

 

El sprint final consagra a Pogacar

En los últimos metros, Pogacar reservó energías para el repecho final, teóricamente más favorable a Van der Poel. Sin embargo, el esloveno, que aprende rápido de sus errores, siguió la rueda del neerlandés y logró superarlo con contundencia, consiguiendo así su victoria número 100 con tan solo 26 años. Van der Poel, pese a no ganar, conservó el maillot amarillo gracias al sistema de clasificación por puestos. Vingegaard, que no es precisamente un puncheur, volvió a quedar tercero, mostrando que está en buena forma. Enric Mas, por su parte, perdió 32 segundos y se mantiene sexto en la general, a 48 segundos del líder. Carlos Rodríguez quedó aún más rezagado, a más de dos minutos.

 

Ambiente de tensión y confianza en Rouen

Tras la etapa, los autobuses de los equipos empezaron a estacionarse cerca de la meta. Los del UAE y el Alpecin, con Pogacar y Van der Poel como figuras centrales, se ubicaron lado a lado, reflejando la lucha que se había vivido en la jornada. Desde el UAE, algunos miembros del equipo aseguraban que Pogacar es especialmente peligroso en situaciones de presión, y los hechos les dieron la razón. Su ataque en la última subida y posterior sprint le valieron un triunfo memorable.

El propio Tadej expresó, entre la multitud que lo ovacionaba en Rouen, que todos los corredores estaban al límite. Reconoció que intentó atacar en la última subida, que Vingegaard le siguió, y que finalmente todo se decidió en el esprint. Se mostró orgulloso del trabajo de su equipo y emocionado por haber alcanzado una cifra tan simbólica en el Tour, afirmando que ganar aquí es una sensación indescriptible. Así, Pogacar se une a nombres como Peter Sagan y Alejandro Valverde, los últimos ciclistas que alcanzaron las 100 victorias, ambos en 2017.